miércoles, 22 de septiembre de 2010

EL GALLO QUIRICO

Había una vez un  gallo que se llamaba  Quirico. Lo invitaron a ir a la boda de su tio  Perico.
Se puso su traje nuevo y como iba tan presumido no se dio cuenta de Gusanito, que le dijo:
- Buenos días, Gallo Quirico, ¿dónde vas con ese traje tan bonito?
- Voy a la boda de mi tío Perico.
- ¿Y por qué llevas sucio el pico?
- ¿A ti que te importa, Gusanito?
Y como se enfadó tanto le dio un picotazo y se lo tragó.
 Gallo Quirico siguió adelante, pensando que tenia sucio el pico.
Y se encontró una lechuga.
- Voy a la boda de mi tío Perico. ¿Me quieres limpiar el pico?
- Si…, pero antes dime dónde está Gusanito.
- ¡Qué sé yo! ¡qué sé yo! Si no lo he visto –dijo, mintiendo, el Gallo Quirico.

-Gusanito, Gusanito, ¿dónde estás que no te he visto?
- Aquí estoy, en la tripa de Gallo Quirico, que va a la boda del tío Perico.
- Embustero, Gallo Quirico; límpiate tú el pico.

El Gallo Quirico siguió su camino y se encontró una oveja.
- Oveja, cómete la lechuga que no me quiso limpiar el pico para ir a la boda de mi tío Perico.
- Si…, pero antes dime dónde está Gusanito.
- ¡Qué sé yo! ¡qué sé yo! Si no lo he visto..
- Gusanito, Gusanito, ¿dónde estás que no te he visto?
- Aquí estoy, en la tripa de Gallo Quirico, que va a la boda del tío Perico.
- Embustero, Gallo Quirico; límpiate tú el pico.

El Gallo Quirico siguió  adelante y se encontró un palo.

- Palo, pega a la oveja, que no quiso comer la lechuga, que no quiso limpiarme el pico, para ir a la boda de mi tío Perico.
- - Si…, pero antes dime dónde está Gusanito.
- ¡Qué sé yo! ¡qué sé yo! Si no lo he visto?
- Gusanito, Gusanito, ¿dónde estás que no te he visto?
- Aquí estoy, en la tripa de Gallo Quirico, que va a la boda del tío Perico.
- Embustero, Gallo Quirico; límpiate tú el pico.

Pasó más adelante y se encontró con el fuego.
- Fuego, quema el palo, que no quiso pegar a la oveja, que no quiso comer a la lechuga, que no me quiso limpiar el pico para ir a la boda del tío Perico.
- Si…, pero antes dime dónde está Gusanito.
- ¡Qué sé yo! ¡qué sé yo! Si no lo he visto?
- Gusanito, Gusanito, ¿dónde estás que no te he visto?
- Aquí estoy, en la tripa de Gallo Quirico, que va a la boda del tío Perico.
- Embustero, Gallo Quirico; límpiate tú el pico.

Pasó más adelante y se encontró a la lluvia.
- Lluvia, apaga el fuego que no quiso quemar el palo, que no quiso pegar a la oveja, que no quiso comer a la lechuga, que no quiso limpiarme el pico para ir a la boda de mi tío Perico.
- Si…, pero antes dime dónde está Gusanito.
- ¡Qué sé yo! ¡qué sé yo! Si no lo he visto?
- Gusanito, Gusanito, ¿dónde estás que no te he visto?
- Aquí estoy, en la tripa de Gallo Quirico, que va a la boda del tío Perico.
- Embustero, Gallo Quirico; límpiate tú el pico.

Y llegó a la casa de la dueña, que cuando lo vio con traje nuevo y pico sucio lo escaldó para desplumarlo.

Gusanito dijo: - Dueña soy Gusanito, que estoy en la tripa de Gallo Quirico.
Entonces la dueña desplumó a Gallo Quirico y le abrió la tripa para que saliera Gusanito.

Y gusanito le dio las gracias a la dueña y un beso a cada uno de sus amiguitos. Y al Gallo Quirico lo comieron asado en la boda del tío Perico, por embustero y orgulloso.
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