sábado, 31 de mayo de 2008

MES DE MAYO

El mes de mayo siempre es bonito, los días son largos, hay tiempo para que haga sol y llueva, los campos se llenan de flores, hierbas verdes, este mes es muy bonito.

En Huélago tenemos la costumbre de hacerle todas las tardes las flores a la Virgen, se le reza el rosario, algunas oraciones y se le canta, asisten muchas mujeres, pues como digo hay tiempo para todo.

El último día del mes de mayo se hace una ofrenda floral a la Virgen, con misa y procesión. En el ofertorio de la misa se le ofrecen las flores, no queda ninguna casa en Huélago que no le ofrezca más o menos flores a la Virgen.

Durante la procesión con la imagen de la Virgen rezamos el rosario acompañado de cantos, recorriendo así las principales calles del pueblo. También se le dicen poesías y piropos a la Virgen.

Verso a la Virgen (dialogado)

1ª) Donde vas con esas flores

amiga del alma mía

2ª) A ofrecerlas a María

que es amor de mis amores:

mira que bellos jazmines

azucenas, clavellinas,

las más puras las más finas

que existen en los jardines.

Esta mañana temprano

apenas rayo la aurora

salí con mi amiga Flora

hasta el jardín más cercano

¡Que bello estaba el pénsil!

¡Que perfumes que colores!

Y yo recogí estas flores

que atesoran gracia en mí.

¿Y tú no ofreces?

1ª)¿Por qué?

2ª) ¡Como flores no has traído!

1ª) Tengo un jardín

muy florido y sellado, no se ve

2ª) Si no te explicas no entiendo

1ª) Me explicaré y no te ofendas:

mis flores para que entiendas,

son hijas de un pobre huerto

y más que las tuyas bellas.

Sí, son mucho mejores

mis flores son unas flores

más puras que las estrellas

esas que traes en la mano

son flores solo de un día,

su matiz y su ambrosía

se les vuelve polvo vano.

Las mías eternas son,

el mundo no las ve,

las alimenta la fe

dentro de mi corazón

2ª) ¿Tienen nombre?

1ª) Sí, el deber y la tierna gratitud,

son flores de virtud

que el cristiano ha de tener,

deber de amar al Señor

que nos creó de la nada

y gratitud de alma honrada

hacia el dulce Redentor.

Al menos mi madre a mí

mil veces me lo ha enseñado

y creo te habrá pasado

igual con la tuya a ti.

2ª) Cierto, cierto, flores son

de esas que nunca perecen

y que en el alma florecen

regadas por la oración.

Pues si quieres a María

hoy debemos obsequiarla

con una suplica ardiente

de esas que el amor revela.

¡Oh, si! Que amor en la escuela

de la fe más reverente.

1ª) Recibe Oh Madre este Don

que ambas a dos te ofrecemos

y en el cielo disfrutemos

tu maternal bendición.


María Pérez


1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta oración dialogada está dedicada a Isabel, una lectora del blog que en una entradas anterior pide que la ponga, parece que le trae buenos recuerdos. Saludos y aportad nuevas ideas